25 de noviembre contra la violencia
![]() |
Frida Kahlo, la columna rota. |
Día Internacional por la eliminación de la violencia contra la mujer.
«Una celebración rota por el dolor y la inseguridad jurídica»
El 25 de noviembre, cada año y desde 1960, se celebra el día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Es un día para manifestar públicamente el rechazo
a estos actos machistas que cada día cobran más vidas y dejan más huérfanos. Mientras se celebraban esas marchas múltiples
en muchos lugares, con la participación de muchas organizaciones, asociaciones
y representantes políticos, morían más mujeres víctimas de actos violentos.
Una última víctima en Huesca- España, cerraba con el nº
44 la lista de mujeres asesinadas en lo que lleva de este año (973 asesinadas
desde el 2003); la sensación que quedaba al finalizar la jornada era de
impotencia e ineficacia.
Los últimos acontecimientos denunciados a la luz
pública nos permiten concluir, entre otras, una percepción errónea, por su
puesto, pero que ha estado incrustada desde
el siglo pasado y de la que no se ha tomado plena conciencia colectiva y aún persiste; me refiero, a la percepción generalizada que la violencia contra la mujer es normal y aceptable. Ésta, a todas luces inadmisible, debe cambiar en nuestra sociedad del S. XXI.
Es un hecho,
indiscutible, que la violencia machista cobra cada vez más víctimas, genera una flagrante violación de los derechos
humanos y de derechos fundamentales, es una clara manifestación de desigualdad y
las relaciones de poder del hombre sobre la mujer, así como también transforma
el escenario a una invisibilidad de las víctimas, tanto de la mujer víctima
como de sus hijos menores y familiares, posesionándose como uno de los retos más graves de nuestra sociedad (entendiéndose
violencia cualquier acto de violencia física o psicológica o de
acoso contra la mujer).
Según un informe de la ONU, en todo el mundo…”una de
cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, mayormente
provocada por un compañero
sentimental. Solo el 52% de las
mujeres casadas o que viven en pareja deciden libremente sobre las relaciones
sexuales, el uso de anticonceptivos y su salud sexual. A nivel mundial en 2012, en uno de cada dos
casos de mujeres asesinadas, el autor era su compañero sentimental o un miembro
de su familia. En el caso de los hombres, estas circunstancias únicamente se
dieron en uno de cada 20 hombres asesinados…”.
Estos datos no
son sólo cifras y estadísticas, sino que
llevan consigo unos hechos reales escalofriantes
que se dan en cualquier lugar del mundo.
El afrontarlo con responsabilidad social es un buen comienzo; el rechazar abiertamente cualquier
acto de violencia o acoso, o ponerle
cara, apoyar a las víctimas y el seguir clamando por la aplicación del
sistema judicial vigente y la implementación de todos los mecanismos posibles para frenar sus
consecuencias mortales, es una bandera morada que no debe declinar ante los desacuerdos, políticos, legislativos o judiciales.
En España, llevamos más de un año desde que se
aprobó el Pacto de Estado contra la violencia machista, y aunque se haya avanzado, éste no acaba de arrancar. Aún faltan implementar protocolos,
procedimientos, resolver vacíos normativos, dar visibilidad a los huérfanos y
menores que se ven abocados al abandono o a las visitas paterno filiales
obligadas; una suma de componentes, que junto con la constante queja en ayuntamientos para que se cumpla con los
presupuestos comprometidos en esos programas y
en los proyectos de sensibilización y demás herramientas, retrasan cada vez más los objetivos propuestos
que hacen parte del Plan para erradicar esa
lacra mundial.
No obstante, preferiría
reflexionar en positivo y resaltaría que
existe voluntad política y acuerdos del Estado con muchas instituciones, organizaciones y
personas para que se materialicen las medidas para la erradicación de la
violencia machista, y que estan relacionadas con la protección para las mujeres víctimas de
violencia y los menores, así como, de
sensibilización y de prevención, y para que tales medidas cuenten con los
presupuestos necesarios, amén que se prosiga con los proyectos de formación y
especialización de Jueces y Magistrados;
éste es el reto actual y no se puede
fallar en el intento.
Según el informe
del Observatorio contra la Violencia
doméstica y de género, del segundo trimestre de este año, la cifra de mujeres víctimas que han
denunciado en el segundo trimestre del 2017, con relación al 2018, ha
disminuido de 42.689 denuncias
recibidas en el 2017, para el segundo trimestre del 2018 se informan 42.077 denuncias, un
-1,4 % menos con relación al año
anterior. De éstas, un 64,34 % es realizado directamente por las mujeres víctimas, el
16 % por la intervención policial directa, y
el resto por familiares y los servicios asistenciales. Puede leerse, me inclino a pensar que no es porque se
desista a denunciar los supuestos hechos de maltrato, violencia o acoso y de acudir a la vía judicial, sino que, puedo pensar que ha disminuido la criminalidad
en esta materia; creo que hemos ganado
un 1,4 % menos, con relación al año pasado, porcentaje no muy significativo a
nivel macro, pero sí cuando se trata de vidas humanas.
Os animo a seguir
en la lucha social frente a cualquier acto de violencia contra la mujer, porque queda aun no todo pero sí diremos casi todo por hacer.
Comentarios
Publicar un comentario