8 M. LA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES
8- M. LA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES
SIGUE SIENDO UNA ASPIRACIÓN, PERO IMPARABLE.
Así
debe ser, una aspiración imparable: No se trata de feminismo, ni de posiciones extremas; se trata de
conciencia en la igualdad de derechos y en un cambio cultural.
Hoy
celebramos en el mundo el ¡día de la Mujer trabajadora! Pero no sólo es un reconocimiento a la mujer obrera, que se
remonta al año 1857, cuando miles
de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York
con el lema 'Pan y rosas', para protestar por las míseras
condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.
También debemos incluir, el reconocimiento a
millones de Mujeres que luchan por reivindicar derechos de igualdad de trato en
las empresas y la extinción de la brecha salarial; de la Mujer “madre
soltera” que lucha en solitario por sacar una familia adelante; la Mujer
profesional, que busca el reconocimiento en una profesión destinada por la
sociedad sólo para el hombre; de las cientos de Mujeres que han sido víctimas
del machismo y la violencia de género;
de las miles de Mujeres que se han dedicado toda su vida al servicio doméstico
y no se les reconoce su trabajo para fines de pensión; en general, es el día de
¡todas las Mujeres!, de todas las
edades, que buscamos un lugar en este mundo, en igualdad de condiciones y
oportunidades.
El Día Internacional de la Mujer, del
8 de marzo, fue declarado por la ONU en
1975. Más tarde se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz
Internacional. Lo cierto es, que un día como hoy, se hace un
reconocimiento mundial y se movilizan millones de mujeres en todos los países del
mundo, tanto las que pertenecen a un
colectivo concreto, sindicatos o a una asociación determinada, las estudiantes (que
tienen un papel fundamental en los centros universitarios), las que trabajan en un sector público o
privado, así como de aquellas que actúan por su cuenta y riesgo desde sus
familias, pero también, siendo inclusiva, la movilización y la participación de los hombres que apoyan la
igualdad de derechos.
Es una manifestación libre, para decir en voz alta: ¡la lucha de derechos continúa…!.
Se pretende cada día avanzar, sin pausa pero sin prisa, con el objetivo de erradicar esos puntos
negros que aun ralentizan un mejor resultado. De ahí que digo, que es una aspiración
imparable, porque el momento aquél en que no tengamos que reivindicar derechos,
aún todavía queda por llegar; una ayuda para no menoscabar en el intento es la
entereza, acompañada de un poco de
esperanza; éstas hacen una fusión que mantiene vivo cualquier movimiento.
Aun así, la reivindicación de derechos, no sólo
debe ser de un día al año; la bandera morada debería ondear todos los 365 días,
como la bandera nacional que representa y enorgullece un país; el
empoderamiento de la Mujer debe estar presente en todos los ámbitos de la vida,
y la bandera morada recordarnos que no podemos detenernos en la causa. La
presencia de la mujer en muchos puestos directivos y Consejos de Administración, ha avanzado en la última década (aunque en pequeño porcentaje); el número de mujeres
profesionales astronautas, investigadoras, bomberas, y deportistas de élite,
también nos lo demuestran.
Pero aún
quedan tareas por hacer; para citar una, el de
la brecha salarial, por ejemplo, que exige más trabajo de las organizaciones e
iniciativas gubernamentales, tanto en lo nacional como en Europa, para poder avanzar
contra la desigualdad; también se exige
compromiso en la igualdad salarial, en países como Bolivia y alguno más de Latino-américa, donde la
mujer aún se ve expuesta a una situación de inferioridad y condiciones de vida deprimidas, de extrema pobreza y explotación.
Que toda esta celebración del 8 de marzo, sirva
para renovar los compromisos y se pueda continuar en la lucha por erradicar situaciones
insostenibles en nuestra sociedad; cada
vez que tengamos que enfrentarnos a un supuesto de injusticia laboral por
discriminación, por razón de sexo, o a un caso de violencia machista o a una exclusión por razón de género, o que seamos
testigos de una publicidad machista o de un acoso por razón de sexo, son los momentos en donde se requiere un empoderamiento
de la Mujer para actuar, en unidad, respeto, inclusión e igualdad de derechos.
Hoy 8 de marzo, me uno a la manifestación por la Igualdad y, lo hago desde este blogger, con el orgullo de ser
Mujer y con la conciencia de que aún nos queda mucho por hacer, pero mucho menos que andar desde los últimos
veinte años.
Gamboaldany
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