LOS SESGOS DE GENERO EN EL SIGLO XXI

 

LOS SESGOS DE GENERO PERSISTEN

Enemigos Ocultos de la Igualdad Efectiva


    



    Con  frecuencia nos hacemos una pregunta:

 ¿Por qué si contamos con una gran batería de legislación, medidas preventivas y todo tipo de herramientas jurídicas a nivel mundial para garantizar la igualdad, combatir la violencia de género, sigue siendo constante el atentado a los derechos humanos de las mujeres y continúa perpetuándose, cobrando sus vidas sin importar edad, raza, ni nacionalidad?

    Para responderla, creo que debemos abordar el problema con otros lentes. Y, propongo poner el foco  en el sistema de valores.  No se puede negar que a las mujeres se les sigue viendo como ciudadanas de segunda, que vivimos en una sociedad donde abundan normas sociales con prejuicios hacia ellas e ideas preconcebidas implantadas, es decir, persisten normas sociales con sesgos de género, que impiden la igualdad real y efectiva. Así nos lo explica el informe publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (en adelante PNUD).

    Revisaremos brevemente lo que fue analizado por el Nuevo Índice de Normas Sociales de Género” (GSNI por sus siglas en inglés),  realizado a partir de los últimos datos de la Encuesta Mundial de Valores (en adelante EMV), publicado en junio de 2023, con información de 80 países recogida entre 2010 y 2022 y, una cobertura del 85% de la población del planeta y que ha sido recogido por el PNUD. 

    Veamos los aspectos destacables:

I.  Las Normas Sociales de Género

    El informe del GSNI, sobre este punto crucial afirmó una falta de progreso; para comenzar, se constata que existe un estancamiento en la superación de los prejuicios contra las mujeres en la última década, ya que aproximadamente 9 de cada 10 hombres y mujeres en el mundo siguen manteniendo, en la actualidad, un sesgo contra las mujeres en 4 indicadores: Política, educación, economía e integridad física (violencia de género).

   Para empezar, haremos una declaración de la realidad, y es que los estereotipos siguen vivos en el Siglo XXI. Estos condicionan nuestras creencias y, como actuamos en consecuencia. 

    Lo que se refleja directamente en el Índice de Normas Sociales de Género y va en paralelo con las violaciones de derechos humanos, suponiendo un claro deterioro de la sociedad, y frenando el desarrollo humano. Por lo que vale la pena enunciar cada una de estas áreas o indicadores a qué se están refiriendo:





1. En la Política/ La representación de las Mujeres en cargos directivos.

    Se arrojan datos que permiten inferir que la mitad de la población global todavía cree que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y más del 40 % aun opina que los hombres son mejores ejecutivos empresariales.

Eso explicaría que:

Las mujeres líderes a menudo son observadas a través de una lente de género y no son juzgadas únicamente por su desempeño”


    Se estima que, en promedio, el porcentaje de mujeres que ocupan la jefatura de Estado o de gobierno se ha mantenido sin mayores cambios, alrededor del 10 %, desde 1995.

    Y, aunque en la mayoría de los países se han eliminado muchas barreras formales para que las mujeres ocupen cargos políticos, las diferencias de género en la representación política siguen siendo muy elevadas "Incluso cuando las mujeres acceden a los cargos más altos de la política y las empresas, los prejuicios de género impactan negativamente en ellas”.

    Por citar un ejemplo para poder reflexionar al respecto, tal como lo argumenta una experta en género del PNUD "El discurso del odio’ contra las dirigentes, es cada vez más patente en las redes sociales”.


2. Progreso de la Mujer / educación y empoderamiento.

    Se analiza también, la fractura que existe entre el progreso de las mujeres en la educación y su empoderamiento económico. Actualmente, las mujeres tienen más formación y habilidades que nunca pero, el efecto de los prejuicios de género es también claro en el desarrollo profesional de las mujeres y en su capacitación económica. 

    En los 59 países en que las mujeres cuentan con un mayor nivel educativo que los hombres, la brecha media en los ingresos sigue siendo de un 39 % en favor de los hombres.

    Se defiende que: Las diferencias de ingresos medios entre mujeres y hombres están más relacionadas con las normas sociales de género que con las diferencias en educación”.


3. En políticas para la conciliación y  cuidados.

    Se subraya el papel fundamental de los gobiernos a la hora de cambiar las normas sociales de género, precisando en las políticas en materia de permisos de maternidad y paternidad que han transformado la percepción respecto a las responsabilidades en los trabajos de cuidados; y en las reformas del mercado de trabajo que también han generado cambios en la forma de percibir la contratación de mujeres.

    Un punto de partida importante y que se propone por Naciones Unidas para mejorar sobre este indicador, sería reconocer el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado;  al parecer esto puede ser una forma muy eficaz de combatir las normas sociales de género respecto a este tipo de ocupación, y explican como razón que en países donde las normas sociales revelan mayores sesgos de género, se calcula que las mujeres dedican al trabajo de cuidados no remunerado entre seis y siete veces más tiempo que los hombres.


4. Sobre la Integridad Física de las Mujeres.

    Todos los días se nos revela un crimen machista o situaciones de violencia de cualquier tipo, lo que nos hace cuestionar  sobre sí las leyes no son suficientes. Es de reconocer que 80% de los países del mundo tienen leyes contra la violencia machista pero, sin embargo, las agresiones contra las mujeres continúan en aumento.

    Pero, es duro asumir que aun el 25 % de la población cree que ‘está justificado que un marido le pegue a su esposa’ (Según datos del informe). Y, estos sesgos, son los que siguen alimentando los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres.

 Importante y destacable en este indicador, es que permite entrever que existe  ‘la reacción organizada contra la igualdad’ de la mujer, además de la escalada de violaciones de los derechos humanos en algunos países; y es que estamos viendo que se manifiestan en el desmantelamiento de los derechos de las mujeres en muchas partes del mundo.

II. Conclusiones del Informe

    A pesar de los datos negativos que hemos venido examinando, las conclusiones son más alentadoras y positivas; se determina que a pesar de la prevalencia continuada de sesgos contra las mujeres, los datos indican que el cambio sí es posible.

    -Entre los 38 países con datos comparables, 27 experimentaron un aumento en la proporción de personas sin sesgo en ninguno de los indicadores (mayores incrementos en Alemania, Uruguay, Nueva Zelanda, Singapur y Japón), pero hay otros con retrocesos, especialmente en Chile, Corea del Sur, México, Rusia y Kirguistán).

    -Se recomienda abordar de manera directa las normas sociales mediante una educación que contribuya a transformar las actitudes de las personas, y de políticas y cambios legislativos que reconozcan los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.

    -Se debe seguir invirtiendo en medidas legislativas y de política que promuevan la igualdad de las mujeres en la participación política; el refuerzo de los sistemas sociales de protección y cuidado frente a actitudes patriarcales y los estereotipos de género.

   -Se llama la atención en la lucha contra los mensajes de odio y la desinformación respecto a los temas de género en Internet; es una tarea que puede contribuir a una evolución de las normas sociales de género hacia una mayor aceptación e igualdad.


Finalizaré, con una frase que resume todo lo afirmado por el PNUD,


 "La erradicación de los sesgos de género es crucial para alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres”.


Si quieres más información puedes Consultar:


 Norma Constanza Gamboa Aldana




 

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