LA CARA OCULTA DEL COVID-19



 La Violencia de Género:  La Cara oculta del Covid-19


















No cabe duda que los efectos de esta pandemia y los tiempos que corren,  han sido los más difíciles que hayamos tenido que enfrentar después de la segunda guerra mundial.  Para tod@s, y en cualquier parte del mundo, hemos vivido el miedo y la impotencia frente a un virus microscópico que nos ha puesto todo “patas arriba” y  nos ha robado muchas vidas. 

A pesar de querer  proteger a las personas más vulnerables, como lo son nuestros mayores, también se ha pretendido incluir a los colectivos con patologías previas;  y aunque está resultando una tarea muy difícil, como si fuera poco,  también se abre un resquicio de amenaza para las mujeres que son víctimas de violencia machista; esto está ocurriendo en cualquier lugar del mundo donde, a día de hoy,  se vive el confinamiento obligado o la cuarentena.

En España, según los últimos informes de la Policía, los casos de violencia de género han bajado un 40% desde que comenzó el Estado de Alarma; pero este dato estadístico no coincide con lo que paradójicamente ocurre en el confinamiento, y es que puede ser un infierno para muchas mujeres y familias encerradas con sus maltratadores y/o  agresores en la misma vivienda. Un ambiente propicio para las tensiones y los desacuerdos de cualquier índole. 

En Colombia, se ha manifestado públicamente en RTV, y según la ONU Mujeres, la violencia de género es la cara oculta del confinamiento y se advierte que los períodos de cuarentena pueden aumentar las agresiones en los hogares. Tres de cada 10 mujeres, reconocen haber sufrido violencia física de sus parejas o ex-parejasDe igual manera se está extendiendo a cada uno de los lugares del mundo donde se ha instalado la pandemia, catalogándosele como: “la cara oculta del COVID19”

Según expertos, los homicidios por violencia de género en España,  pueden aumentar tras el confinamiento por el COVID-19; así lo explicaba el ex-delegado del Gobierno para la Violencia de Género, D. Miguel Lorente,  quién afirmó para Europa Press,  que cuando cambie la situación actual, habrá mujeres que vean más claro que "tienen salida", por lo que el riesgo será más alto; así lo ha precisado el ex-delegado. 

Lo más duro para ellas en este confinamiento, es tener que compartir con “su maltratador”, en muchos casos porque aún no ha llegado la orden de protección, en otros, porque aún no han tomado la decisión de buscar la vía legal que pueda poner fin a la situación de maltrato, o en otros, porque la misma situación legal con los hijos menores en común o cualquier circunstancia ajena a su voluntad no lo han permitido.  

Se han conocido casos, como uno en Colombia, donde una mujer maltratada ha tenido que resignarse a compartir con su ex pareja, y más en las actuales circunstancias de confinamiento o cuarentena, ha sentido la amenaza permanente de su verdugo que no se resigna a verla como su ex-pareja, protegiéndose de la pandemia pero poniendo en riesgo su vida  e integridad personal.

Los expertos en esta materia, vaticinan un mal final para estas situaciones.  Durante el confinamiento el maltratador tendrá una mayor percepción de que "tiene el control" sobre la mujer y seguirá ejerciendo violencia contra ella, física o psicológica. En este contexto, una vez termine este periodo, el agresor sentirá una pérdida de control sobre la mujer, "lo que se traduce en mayor riesgo" de que quiera cometer un homicidio contra ella.

Propuestas de prevención:

Con el objetivo de evitar que aumenten los homicidios una vez finalice esta situación, se ve necesario y se propone:

1. Seguimiento  activo, por vía telemática o telefónica, a mujeres víctimas o un sistema de alerta instantáneo.
 2– Es clave el papel de los entornos cercanos a las mujeres que sufren esta violencia, para que les ofrezcan su apoyo.
3- Más campañas de concienciación e información específica para este colectivo sobre planes de contingencia, similares a las que se hacen para los ciudadanos en general sobre la importancia de quedarse en casa en esta época de crisis por el Coronavirus.

Iniciativas urgentes:

Destacable la Iniciativa “Mascarilla 19”.  Las víctimas de violencia de género pueden solicitar ayuda en las farmacias de cada provincia de Andalucía,  en España; una iniciativa que arrancó en Canarias, muy prometedora,  con un impacto que debería ampliarse al resto de las  Comunidades  Autónomas de España.

 La iniciativa 'Mascarilla 19' pone a disposición de las mujeres la opción de dar la voz de alarma en su farmacia más cercana en caso de estar siendo víctima de violencia de género durante este periodo de confinamiento. Con la colaboración de las farmacias, cuando una mujer solicite una Mascarilla 19, el personal de estos establecimientos realizará una llamada al 112 para alertar de la situación, lo que permitirá activar el protocolo de atención a estas víctimas.

Además de esta nueva iniciativa, también hay que resaltar los números de teléfonos que ya existen habilitados, para la protección a las mujeres víctimas de maltrato, como por ejemplo el 016, además de los que en cada lugar se han habilitado y que funcionan las 24 horas del día, los 365 días del año; también en los chats, whatsapp y demás medios electrónicos disponibles; los centros de acogida o pisos destinados para alojamiento de las mujeres que han sido maltratadas.  En España, se baraja la posibilidad, tras el estado de alarma, de habilitar habitaciones de hoteles para la acogida de las mujeres maltratadas que hayan tenido que abandonar su hogar.

 También se ha anunciado por el Ministerio de Igualdad, un plan de contingencia para prevenir, controlar y minimizar estos riesgos, como los dispositivos de atención 24h, la acogida a víctimas en situación de riesgo, centros de emergencia, pisos tutelados, alojamientos seguros para víctimas de explotación sexual y trata, etc. Se suma a estas nuevas medidas, la campaña institucional de concienciación contra la violencia de género y de información sobre este plan de contingencia.

Muchas de estas herramientas,  ya están siendo implementadas en otros Países, como Argentina, Chile, Perú, además de Colombia donde ya existe la línea purpura, que está habilitada para atender casos de mujeres maltratadas, y las mujeres sí que pueden salir a la calle para solicitar ayuda.

Quiero recalcar en estas iniciativas, porque pueden tener un gran impacto preventivo; por lo que podría revisarse la necesidad de implantarse en cualquier otro sitio del mundo donde se entienda que garantizar a este colectivo tan vulnerable, es una función esencial del propio Estado y que además de lucharse contra la pandemia, se debe dar protección a las mujeres víctimas de violencia de género.

 Como éstas, cualquier medida será bien recibida siempre que pretenda reforzar la atención y protección a las víctimas de VG, en esta época donde esta lacra social se esconde tras el poderío del COVID-19. !Que el miedo no nos haga presas/os, aunque estoy convencida que saldremos de esta pesadilla más pronto que nunca!

Fuentes consultadas:










gamboaldany

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